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Aunque seas una persona preparada y con todos los conocimientos necesarios, tu actitud puede ser un factor determinante en tu primer empleo, sobre todo en este caso, que estás iniciando en el mundo laboral.

Ser un buen empleado depende de muchos factores, que a veces pueden ser muy subjetivos; sin embargo hay cosas que aprendes en tu primer empleo que jamás se olvidan. La productividad y la actitud de los empleados suelen ser los dos factores que más valoran las empresas a la hora de evaluar el desempeño de sus empleados o decidir sobre su permanencia, por ejemplo, si estás en un contrato de prácticas y está en juego tu permanencia con un contrato más estable.

Lo primero que no debes de olvidar es que, porque hayas conseguido un trabajo o que una empresa haya mostrado el interés en tus conocimientos y competencias, no quiere decir que seas imprescindible y que esta situación pueda cambiar del día a la mañana, sobre todo si tiendes a acomodarte con facilidad.

Estos son los comportamientos que debes evitar en tu primer empleo (y cualquier empleo en general)
1. Esforzarte al mínimo. Demuestras que tu compromiso con la empresa es mínimo. Haces única y exclusivamente las tareas que te asignan y de esta manera demuestras que eres dispensable para la compañía.

2. Quejarte continuamente. Demuestra tu poco interés hacia tu trabajo. Puede significar que eres parte del problema, pues no te preocupas por buscar una solución.

3. Excusas frecuentes. Una de las cualidades más importantes de un empleado es saber reconocer sus errores. Si no eres capaz de asumir tus errores y les das la culpa a otros, no eres un buen empleado o un buen compañero.

4. Ser poco colaborativo. Actualmente la mayoría de trabajos requieren trabajo en equipo. Por lo tanto, una de las competencias más importantes es la colaboración. Así que si te concentras solo en ti y no te pones a disposición para ayudar a los demás, no eres apto para el puesto y pueden encontrar un reemplazo muy fácilmente.